Muchas personas, empleados y empleadores, consideran que la formación y la capacitación significan pérdidas para las empresas ya que tienen que destinar tiempo de trabajo para poder lograrlo. Muchos colaboradores aseguran que quieren recibir más formación, pero cuando se les da la posibilidad se echan atrás por falta de tiempo, ya sea a la hora de desempeñar los cursos en su horario laboral o porque consideran que le roba tiempo de su vida privada si lo realizan fuera de sus horas de trabajo.
La formación está centrada en la capacitación de personas para que ellas mismas estén motivadas y refuercen o incrementen sus conocimientos que les serán cruciales en un mundo laboral, marcado actualmente por la precariedad laboral. Poder brindarle las posibilidades a los empleados de ampliar sus conocimientos es pensar no sólo en el futuro de la organización, sino, más que nada, en la cultura empresarial en su totalidad. Esto ocurre más que nada porque la formación no sólo incentiva, sino que además mejora el trabajo, la predisposición y las tareas que se realizan desde lo cotidiano.
Para que la cultura de la formación se interiorice en las empresas es importante que haya un programa informativo que promueva un aprendizaje colaborativo, interactivo y flexible
El propósito de la formación
El principal objetivo y fundamental de la formación es que la palabra “formar”. Éste es un concepto que viene evolucionando desde años atrás para adaptarse a las nuevas formas de trabajo. La formación se basaba en transmitir a los empleados una serie de conocimientos técnicos, pero actualmente este trabajo ha dejado de ser manual para convertirse en un entorno mucho más complejo marcado por un ritmo de trabajo donde predomina la agilidad junto con la inmediatez. Las empresas no deberían tener miedo de invertir en la formación de sus empleados pensando que éstos aprovecharán las nuevas aptitudes para cambiar de trabajo. La realidad es que los empleados más ambiciosos buscarán otro empleo igualmente con tal de obtener nuevas habilidades si piensan que ello les ayudará a avanzar en su carrera. Pero no solo se trata de adquirir nuevas destrezas, sino también de mejorar y revalorizar las existentes. También es necesario mostrar una actitud positiva y proactiva con tal de interiorizar el mensaje y sacar provecho de lo aprendido.
Con las nuevas formaciones se han ido incorporando una serie de las habilidades y comportamientos que han hecho que los puestos cada vez sean más específicos, permitiendo que los trabajadores sean mucho más efectivos en sus tareas con la formación adecuada. También, la formación incrementa la productividad de los trabajadores, aumenta su motivación, genera mayor confianza en la propia organización, suscita un sentimiento de adhesión y pertenencia a la empresa, disminuye la sensación de estancamiento profesional y aumenta los periodos de permanencia en la empresa. Principalmente, las formaciones a día de hoy son online y tienen un tiempo determinado para llevarlo a cabo, tratando de ser una actividad lúdica que permita que la experiencia formativa resulte cada vez más fácil y divertida para las personas que participan en ella. Las empresas necesitan innovación, la cual implica más conocimiento, lo que genera una mayor necesidad de formación. El conocimiento es un factor de producción que afecta a la competitividad de la empresa y de él depende su capacidad de innovación. El conocimiento de sus empleados es el mayor capital de la empresa y está en cambio continuo. La globalización de los mercados y la eclosión de nuevas tecnologías exige a las empresas una inversión continua en el recurso más importante con el que cuentan: su capital humano.
No existe una solución universal, pero sí una cultura más ventajosa. Se trata de la cultura del aprendizaje compartido, en la que el desarrollo personal recibe el reconocimiento, el respeto y la recompensa que merece y en la cual el tiempo de los empleados se considera un bien preciado que deben tener libre para concentrarse exclusivamente en adquirir las competencias necesarias.
Fuente consultada: Observatorio de RR HH
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